Té: Poda, fertilización y manejo de cosecha son la claves para buenos rindes

Hildor Klingbeil proviene de una familia tealera, primero su abuelo, luego su padre y actualmente él, llevan adelante la explotación de teales, uno de los tradicionales cultivos misioneros. En Oberá y sus alrededores tiene un poco más de 200 hectáreas, entre las propias y arrendadas, y logran en teales de semilla 18 mil kilos por hectárea y en los clonales 35 mil kilos por hectárea.

Generación tealera
“Estoy en la producción de té hace 27 años, es decir desde los 14 años pero hablamos de una generación telera. Mi abuelo comenzó, mi padre siguió y ahora también yo”, contó Klingbeil.
El productor recordó que su padre comenzó en 1970 con “un ambicioso plan de mejora continua, siempre buscando tecnología para producir un poco más. Por esto, el año pasado fue reconocido por el Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) por haber incorporado tecnología por más de 30 años, siempre apuntando a mejorar el té en calidad y rindes”, indicó.

Tres pautas
Klingbeil señaló que existen tres puntos a tener en cuenta. “Poda, fertilización y cosecha son muy importantes – a mi criterio- y si una de las tres no funciona se rompe todo el esquema”, agregó.
Sus aserciones se basan en las experiencias que tanto su padre como él llevaron a cabo en sus plantaciones. “Mi padre hizo experiencias en 1977 y 1978 donde tuvimos saldos positivos. Después en 1998 hicimos nuevas pruebas de poda con sierra sin fin, donde no nos fue bien. Quizás para una empresa funcione mejor, pero no para el pequeño productor porque los costos a afrontar son demasiados altos y la recuperación de kilos es muy lenta”, explicó.
Y agregó: “Lo que se está implementando en este momento en mi producción son cada 6 ó 7 años una poda fuerte o sacada de nudos y después cada año una liviana con óptimos resultados”.

“Darle de comer a la planta”
En cuanto a fertilización, “probamos según épocas, calidad de abono y un montón de cosas pero lo mas positivo resultó incorporar la primera fertilización después de la poda. Eso lo venimos implementado en los últimos tres años”, señaló el productor. Y detalló: “La fertilización ronda entre los 230-250 kilos por hectárea, con una mezcla que es 18-4-10  a base de nitrodom y un segundo repaso que lo hacemos a fin diciembre de unos 130 a 150 kilos por hectárea. En ese repaso sólo nitrodom”.
La cosecha constituye el tercer punto clave. “Lo fundamental es cosechar el té a punto”, aseveró Klingbeil. “Lo que quiero decir es que muchas veces no nos limitamos, arrancamos la cosecha y llegamos a mitad de campaña y las industrias ya tienen mucha producción, más en estos últimos años”, aclaró.
“El brote se empieza a pasar y baja el rendimiento. Es decir, sacamos mucho de una vez y tarda entre 45 y 50 días hasta que vuelve a brotar la planta. Y eso es muy contradictorio y en mi experiencia no es bueno”, reflexionó el productor.

Los resultados
Klingbeil diferenció la producción en teales de semillas y de clonales. “En los de semillas, plantados hace unos 40, llegamos a un promedio de 18 mil kilos por hectárea, haciendo ese tipo de manejo. Y en té clonal, tienen unos 8 años, superamos los 35 mil kilos hectárea en años normales de lluvia”, aseguró. “No hablamos de años como 2010 y éste, que puede llegar a superar esos kilos”, añadió.
En cuanto a rindes, “hacemos unas 11 rondas o cosechas. De la última plantación de té clonal (implantadas en junio 2007) con mudas propias hechas de nuestra chacra hicimos la primera cosecha en octubre del 2008 y sin riego, únicamente con poda, fertilización y buen manejo de cosecha, el teal hoy produce por encima de los 10 mil kilos la hectárea”, destacó. “Y la planta aún no esta formada totalmente, son unos 13 plantines por hectárea que quieren comer”, añadió.
“Eso quiere decir que a esas plantitas hay que darles fertilizante y hay que ir por encima de 230 kilos para obtener los 35 mil kilos que le estoy contando”, concluyó.

Detalles a tener en cuenta

Hildor Klingbeil dio algunas claves respecto del manejo de cosecha en sus plantaciones. “En lo que es el té de semilla, común tradicional, son cuatro cosechas grandes y tres sacadas de saltones intercaladas entre cada una. Y en el arranque de la poda en la primera cosecha: hacemos un levante de cuchilla de 1 1/2  cm (un centímetro y medio) y entre cosecha y cosecha, no más que 1/2 cm (medio centímetro). Y no hay que levantar más el corte de cuchilla porque entramos a dejar kilos de té en la planta”, explicó. Klingbeil destacó: “Siempre a sierra. Soy muy enemigo del machete porque apunto a calidad y quiero que algún día se me reintegre por hacer calidad, es mi propósito”. Asimismo, el productor hizo un balance respecto a la actividad tealera en la provincia: “El té misionero es muy bueno en calidad y haciendo un buen manejo cada vez hay mejores resultados. El productor avanzó mucho en los últimos años en lo que es cosecha y abaratamos bastante los costos, por el tema de las máquinas hidráulicas a granel”, concluyó. (Territoriodigital)

1 pensamiento sobre “Té: Poda, fertilización y manejo de cosecha son la claves para buenos rindes

  1. El producto que ocupa el Sr. productor es «NITRODOBLE», no Nitrodom (esta mal escritro).
    Gracias. Saludos

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