Jóvenes guaraníes ahora están capacitados para formular proyectos
Para las comunidades mbyá guaraní es sumamente importante haber aprendido a diagnosticar los problemas de las aldeas y formular proyectos, expuso el segundo cacique de Caa Cupe de Ruiz de Montoya, Osvaldo Morínigo, al finalizar este jueves el curso Identificación y Formulación de Proyectos para Jóvenes Aborígenes del Nordeste Argentino (NEA), en el complejo La Aventura de Posadas. “Ahora comprendemos en qué situación nos encontramos y sabemos cómo atender nuestras necesidades”, reflexionó al contar que la falta de agua potable en su aldea la pueden solucionar con un pozo perforado, por ello presentaron una iniciativa para la concreción de la obra.
Durante las dos jornadas, de la que participaron paisanos de Chaco y Misiones, se expusieron sobre el estado en que se encuentran los proyectos presentados por los jóvenes, el circuito que sigue, cómo se financia y de donde proviene el dinero. Las ponencias estuvieron a cargo de técnicos y profesionales del programa nacional de Desarrollo de Áreas Rurales (PRODEAR), que se ejecuta en Misiones a través del Ministerio del Agro y la Producción, y del Fondo de Apoyo a Comunidades Aborígenes (FACA).
Ideas propias
En el marco del curso de capacitación los paisanos misioneros elaboraron ocho proyectos que recibirán financiamiento del PRODEAR. Uno es de piscicultura para el autoconsumo, donde aprovecharán el agua de los arroyos y vertientes que rodean la aldea. Otro es de turismo comunitario, la idea es vender artesanías guaraníes y ofrecer a los turistas recorridos guiados por el monte. Para llevar adelante este emprendimiento, los mbya solicitaron asistencia para organizarse, montar el local comercial y mejorar los senderos.
Como uno de los mayores problemas es la falta de agua, se presentaron tres proyectos para que comunidades asentadas sobre la ruta provincial 7 puedan acceder al agua potable. Si bien en todas hay vertientes, no es apta para el consumo. En tanto, un grupo ubicado en la biosfera Yaboty solicitó asistencia para reforzar la actividad agrícola destinada al autoconsumo. Necesitan herramientas, semillas y capacitación para cultivar sus alimentos. Por su parte, los de San Pedro elaboraron un plan para mejorar sus viviendas.
A través de estos proyectos también buscan recuperar la espiritualidad, las creencias religiosas y el camino al padre primerísimo, por ello la comunidad de El Pocito (Capioví) propuso la construcción de un templo religioso (Opi). Como ya tienen cubiertas sus necesidades básicas, observaron que era necesario contar con un espacio dedicado a la cosmovisión guaraní. En este caso la inversión que se requiere no es muy alta porque la construcción se hará de tacuara.
La responsable del servicio técnico y capacitación del PRODEAR, Gabriela Gartland, observó que todas estas propuestas responden a necesidades de los aborígenes, “justamente la idea era que ellos digan cuales son los problemas y propongan soluciones”. Recordó que “en ocasiones anteriores se erró el diagnóstico y fracasaba lo quería hacerse, porque todo venía de parte de los técnicos que no conocían en detalle la problemática de cada aldea”.