Destacan el potencial de la yerba en el mercado internacional
El ex agregado agrícola argentino en la Unión Europea, Gustavo Idígoras, destacó el potencial de la yerba mate en los mercados internacionales, pero alertó sobre la necesidad de cumplir normas ambientales y sociales.

“La yerba mate tiene una diferencia con respecto a muchos otros productos que exporta la región, no tiene barreras arancelarias, y puede acceder a la mayoría de los mercados sin grandes dificultades porque no tiene aranceles de importación”, destacó Idígoras al exponer en el cierre del 5to. Congreso Sudamericano de la Yerba Mate que se realizó entre el jueves y viernes pasado.
El especialista en agronegocios destacó además que el producto no tiene “cuotas de ingreso, no hay licencias de importación, esto es otra gran ventaja, muchos productos sí lo tienen, hasta las frutas argentinas”; otra gran ventaja, agregó, es que no existen problemas de orden fitosanitario.
Sin embargo, pidió tener en cuenta los estándares tanto privados como gubernamentales en materia de calidad y sanidad.
“Si hay que empezar a tener en cuenta algunos puntos delicados que están empezando a implementar Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y que muchos otros países van a empezar a pedir”, entre ellos –señaló-, una “revisión de los límites máximos de los residuos en agroquímicos”.
Según Idígoras, la región en general no es “problemática”, ya que en términos comparativos tiene pocos problemas con sus productos alimenticios y bebidas.
Además, resaltó, el Mercosur ha tenido una visión común tratando de defender sus exportaciones. Y ha planteado que estos reglamentos no están basados en una justificación.
“Los desafíos que siguen, qué están pidiendo los compradores a nivel mundial, los importadores de alimentos, son cuestiones ambientales y sociales, cuestiones de sanidad y calidad”, remarcó.
Otro tema que señaló fue la concentración de la compra por parte de las grandes cadenas de supermercados, y sus estándares ambientales y sociales “se están transformando en una condición de acceso, que si bien son privados terminan siendo la única forma de vender alimentos y bebidas”.
Entre las condiciones sociales se incluyen la prohibición de trabajo esclavo, de trabajo infantil, las condiciones laborables rurales y otras, enumeró.
Según Idígoras, “no es difícil acceder a un nicho de mercado pero hay que analizar lo que pide la demanda; y buscar estos nichos puntuales sobre la base de estas certificaciones en sustentabilidad que el mercado reclama”.
“Es muy importante trabajar en el fomento de la sanidad y la calidad, es significativo iniciar todos los trabajos de manera conjunta y sectorial”.
En este sentido, destacó que el INYM tiene un rol estratégico en materia de desarrollo de sistemas de certificación de sustentabilidad ambiental y social, pero adecuándolos a la producción local y regional.
“Si no, en pocos años los importadores van a reclamar cumplir con estándares incumplibles porque están pensados y diseñados para otro tipo de producción, con otro tipo de producción, con otra tecnología, otra capacidad de respuesta, otro tipo de inversión, de recursos humanos”, advirtió.
Como conclusión, afirmó que una de las claves del futuro de la yerba mate es “trabajar en inversión de la comercialización porque para poder favorecer una mejor producción hay que aumentar el interés de la demanda”.
Por Carlos Joseph, enviado especial TELAM