La producción ganadera en Misiones enfrenta un momento crítico debido a las severas heladas del invierno, afectando la oferta forrajera. A pesar de las dificultades, el sector mantiene una actividad comercial dinámica.
El sector ganadero en Misiones atraviesa uno de sus momentos más críticos, principalmente debido a las condiciones climáticas adversas. Así lo indicó Darío Bruera, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones, quien señaló que las heladas severas del invierno afectaron significativamente la oferta forrajera, complicando el manejo del ganado en la región.
A pesar de estos desafíos, Bruera explicó que los productores han encontrado maneras de adaptarse. “Los productores tienen mecanismos para manejar sus animales, ya sea mediante el diferimiento de pasturas o la creación de reservas forrajeras”, manifestó. Sin embargo, estos métodos no evitan que la producción se vea afectada, especialmente en términos de calidad del ganado, ya que “nuestras vacas hoy están flacas y el mercado las necesita gorda”, agregó.

En cuanto al negocio ganadero, Bruera indicó que, a pesar de las dificultades climáticas, el sector mantiene un dinamismo considerable. “El negocio viene bien, se comercializa, se vende y se cobra”, afirmó. No obstante, la producción local solo cubre el 15% de la demanda interna de carne, lo que obliga a traer el 85% restante desde otras provincias, ya sea en forma de animales vivos o medias reses faenadas.
La proximidad con Brasil también representa un factor de influencia en el sector. En áreas fronterizas como Bernardo Yrigoyen y San Antonio, la venta de carne ha disminuido significativamente debido a la caída de la actividad económica local y a que los precios en Brasil son más competitivos. “La gente va más a comprar a esos lugares donde están sobre frontera”, detalló Bruera.
En contraste, en regiones más alejadas de la frontera, como Wanda, Esperanza y Libertad, las ventas de carne se han mantenido estables. “La gente no va a comprar carne todos los días a Brasil”, destacó el dirigente, refiriéndose a áreas como Comandante Andresito, donde el comercio sigue activo.
En términos monetarios, Bruera aclaró que los precios que reciben los productores misioneros son comparables con los del resto del país. “El sistema hoy es globalizado”, explicó, señalando que los precios varían según la categoría del ganado, desde novillos de primera hasta vacas de consumo. “Un novillito de primera, que hoy rondará para el productor en 2.900 y 3.000 pesos al kilo vivo, una vaca gorda, está alrededor de 1.800 a 2.000 pesos el kilo vivo” comentó sobre los pagos recibidos por los productores.
El impacto de la suba del dólar no ha afectado directamente al sector, según Bruera. “No está teniendo ninguna consecuencia la suba del dólar”, aseguró, atribuyendo los precios actuales a la escasez de oferta debido a las condiciones climáticas. “Es normal que en esta época la oferta de hacienda gorda caiga”, reiteró. Los costos de producción han aumentado, ya que los productores deben suplementar la alimentación del ganado con granos y productos agroindustriales, lo que implica gastos adicionales en transporte e impuestos. “Eso hace que el kilo producido hoy gordo sea más caro que en el verano”, comentó Bruera.
A pesar de los desafíos, el mercado sigue demandando productos a precios que reflejan la escasez de oferta, aunque el poder adquisitivo de los consumidores limita el incremento de precios. “El consumidor arranca el mes y ahí por el 15 ya se frena muchísimo la venta de carne”, concluyó Bruera, resumiendo una situación compleja pero gestionada con resiliencia por los productores locales.