La cadena lechera argentina tuvo un sitio especial en el marco de la Expo Rural 2025 con
una jornada en la se explicaron los años de estancamiento y, como contrapartida, el desafío
de construir un modelo de crecimiento sostenible.
“Hoy la lechería se encuentra casi sin ningún cepo que pueda trabar su desarrollo, porque
están los precios liberados, no hay derecho a exportación, ni cupo para exportar. Todo el
negocio está funcionando en condiciones de mercado”, apuntó inicialmente Ezequiel De
Freijo, economista jefe de la SRA.
Un escenario así no se daba desde hace más de veinte años “y en medio de esta
transformación, los precios fueron adecuándose a las verdaderas necesidades de los
consumidores. Ocurrieron cosas: un escenario de inflación en baja y cambios en la forma de
consumo”, agregó.
Además, sostuvo que: “Respecto del nivel de producción, en el primer semestre nos
encontramos con una recuperación importante, aunque los costos han aumentado más de
lo que aumentó el precio al productor”.
Exportaciones
“Brasil se lleva el 50% de las exportaciones de lácteos y presenta un consumo estable, pero
no está en condiciones para absorber mayor demanda”, dijo De Freijo, y localmente
“salieron a la luz los problemas de baja productividad que tiene la economía argentina”.
Sugirió armar estrategias para mejorar “porque estamos frente a un producto que es
valioso, vale la pena seguir haciéndolo porque todavía no hay ningún sustituto que pueda
reemplazarlo en forma generalizada”, animó el economista jefe de la SRA, agregando
“tenemos muchos activos o cosas para sacarle provecho”.
Estrategias
“En la medida en que nos metemos en los mercados internacionales, los modelos de
negocio deben afrontar volatilidad de precios más profundas que en una economía cerrada
y chica”. Con ejemplos animó que hay demanda hacia adelante, y planteó direccionar a la
“diversificación por marca, trazabilidad, producto. Tenemos estrategias para mejorar la
capacidad de pago por parte de la industria”.
De Freijo concluyó que: “Los deberes para hacer contemplan una reforma laboral, eficiencia
en el transporte y logística, así como en la carga tributaria, que afecta muy fuerte a las
industrias. Estos puntos inciden en la capacidad de pago de las industrias al productor”.