Los remates ganaderos, una herramienta clave para sostener precios y transparencia en el sector

Diego Anders, propietario de la consignataria Ñangapiry, valoró positivamente la jornada de ventas desarrollada en el marco de la Fiesta Provincial del Ganadero, a pesar de las complicaciones climáticas que impidieron continuar con los encierres durante el fin de semana. “Contentos por lo que pudimos encerrar el día viernes. Si bien el sábado el tiempo nos jugó una mala pasada, bienvenida sea el agua. Las esperanzas están intactas”, expresó.

El remate contó con alrededor de 300 cabezas de hacienda, una cifra que Anders consideró “muy buena” para la temporada. Los lotes, detalló, se organizaron según criterios de sexo, peso y pelaje, priorizando la claridad y la transparencia en la venta. “Se usan criterios como novillo o vaquilla, ternero o ternera, y luego el quilaje de mayor a menor. Por último, el pelaje y las razas, que en su mayoría son cruza cebuina”, explicó.

Uno de los puntos que destacó el consignatario fue la diversidad de los productores que participan en los remates. “Los productores son de todos los niveles, tanto económicos como sociales, y los remates lo que mejor hacen es marcar un precio zonal. Aunque el productor no traiga hacienda, obtiene un valor de referencia que sirve para toda la zona”, señaló.

Respecto a los valores de la hacienda en pie, Anders afirmó que el mercado se mantiene firme. “Los valores son buenos. El sector ganadero no solamente en la provincia sino en todo el país está en un momento atípico, porque es uno de los pocos productos que se comercializa sin inconvenientes, con cobranzas seguras y precios que acompañan la inflación”, indicó. Agregó además que la carne es uno de los productos que históricamente “acompaña o incluso se adelanta a la inflación”.

Sobre la importancia del remate para los productores, Anders subrayó que se trata de un espacio que va más allá de la simple transacción. “No es solo para mostrar lo que se produce, sino también para ubicar categorías de hacienda que en el campo son más difíciles de vender. Además, la consignataria garantiza el cobro al productor, lo que da confianza en todo el proceso”, detalló.

La incorporación de tecnología también fue parte de la evolución del sector. Anders explicó que los remates virtuales y televisados se consolidaron como herramientas clave para reducir costos y ampliar la participación. “Ayuda muchísimo, porque el productor evita el gasto de traslado hacia el predio ferial y puede seguir la venta desde su chacra”, destacó.

En cuanto a las perspectivas del sector ganadero, el titular de Ñangapiry se mostró optimista. “El potencial es enorme. Tenemos que seguir trabajando con palabra, compromiso y poniéndonos en el lugar tanto del productor como del comprador. El desafío es aumentar el volumen de hacienda para hacer del mercado un espacio aún más fluido”, afirmó.

Los promedios del remate del 2 de noviembre reflejaron precios sostenidos en casi todas las categorías: terneras de 120 a 150 kilos promediaron $3.880, terneros de igual rango $3.833, vaca gorda $2.578, e invernada $2.232. En tanto, las vaquillas preñadas alcanzaron un valor destacado de $2.350.000.

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