La foresto-industria, marcada por la caída de ventas, busca oxígeno en la ronda de negocios organizada por el Ministerio de Industria

La provincia de Misiones fue escenario de una ronda de negocios enfocada en la foresto-industria, un sector que atraviesa un momento complejo por la baja en las ventas y el encarecimiento de los costos logísticos. La iniciativa, organizada por el Ministerio de Industria, reunió a 40 empresas locales y a compradores de distintas provincias argentinas.

La subsecretaria de Industria, Graciela de Maura, destacó que se trató de una propuesta “específica para un sector que necesita abrir nuevas puertas”, mostrando muebles, piezas partes y productos con diseño innovador que buscan llegar a otros mercados. “Nuestro interés principal es unir las partes, porque sabemos que hay talento y productos de calidad en Misiones”, expresó.

El evento tuvo un carácter federal, con la participación de firmas provenientes de distintas localidades misioneras como San Pedro, San Vicente, Eldorado y Posadas. El objetivo fue acompañar a las empresas, no solo con la oportunidad de mostrar sus productos, sino también con capacitación en venta, catálogos y estrategias de presentación.

En este contexto, la ronda se planteó como una ventana de oxígeno para un sector que reconoce una caída en sus ventas de al menos un 20% en el mercado nacional, debido al freno en la construcción y al impacto de los costos de transporte, un punto crítico para Misiones por su lejanía respecto de los principales centros de consumo.

Danila González, líder comercial de Forestal Eldorado, resaltó que su empresa trabaja en “vigas laminadas, componentes de muebles y blanks reutilizables”, siempre bajo criterios de sustentabilidad. Sin embargo, reconoció que las ventas han bajado y que la competencia en precios dificulta sostener la rentabilidad. “Lo fundamental es innovar y encontrar nichos nuevos”, aseguró.

La sustentabilidad aparece como un diferencial. Empresas locales presentaron plantas de energía solar, sistemas de reaprovechamiento de la madera y proyectos de reforestación, buscando fortalecer una identidad ambientalmente responsable que también les permita competir en mercados internacionales.

Pero la competencia también llega desde afuera. La importación de muebles y piezas industriales afecta a la industria nacional. Blas Taladrid, de la empresa marplatense Sillas Gott, sostuvo que “las plataformas de venta internacional generan una competencia con reglas desiguales”. A su vez, resaltó que la logística en Argentina “es tan cara que poder comprar piezas cerca de la materia prima, como en Misiones, puede marcar la diferencia”.

El empresario reconoció que el sector necesita previsibilidad: “Las políticas de Estado son claves, porque los cambios constantes de reglas generan incertidumbre. Si tuviéramos estabilidad podríamos invertir más y generar más empleo”.

La ronda de negocios también permitió estrechar vínculos cara a cara. Según González, “es fundamental recibir a clientes en nuestra provincia y mostrar la calidad de lo que hacemos en nuestro lugar de origen”. Estas instancias, afirmó, permiten acortar distancias y reforzar la confianza.

Gerardo Olivera, dueño de Mueblería Olivera de San Pedro, explicó que la oportunidad principal es “ampliar horizontes y encontrar compradores en otras provincias”. Sin embargo, reconoció que las mueblerías locales sienten la presión de productos más económicos que ingresan desde Brasil y del mercado informal de muebles usados.

La proximidad con el país vecino genera un doble escenario: por un lado, la posibilidad de exportar en un mercado cercano; por otro, la competencia de productos de bajo costo que dificultan el posicionamiento de los muebles misioneros.

En la ronda se observaron dos grandes tendencias: empresas enfocadas en exportar piezas y partes para reducir costos logísticos de otras industrias, y firmas pequeñas que buscan defender el mercado interno frente a las importaciones y el consumo retraído.

El mercado de la madera enfrenta un desafío histórico: reivindicar a la madera como material noble para la construcción, en un contexto donde otros insumos dominan la escena. Para los empresarios, el repunte depende de políticas públicas que incentiven el consumo interno y faciliten la competitividad frente al producto importado.

La ronda, entonces, se presentó como un espacio de oportunidad en medio de la incertidumbre. Una vidriera para mostrar innovación y calidad en un sector que busca sostenerse entre costos crecientes, caída de ventas y mercados cada vez más exigentes.

Como coincidieron varios de los presentes, el desafío no es solo vender, sino generar alianzas que permitan resistir en un momento adverso y preparar el terreno para cuando la demanda vuelva a crecer. La foresto-industria misionera apuesta a que la unión entre empresas, el respaldo institucional y la innovación sean las claves para salir fortalecida de la crisis.

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