Mercados imperfectos, precios en rojo y diversificación urgente: el diagnóstico del Agro misionero

El ministro del Agro y la Producción, Facundo López Sartori, analizó la situación del sector yerbatero tras la desregulación, pero advirtió que el impacto se extiende a toda la matriz productiva: té, tabaco y mandioca enfrentan escenarios de precios inciertos, mercados imperfectos y desafíos de consumo.

La economía primaria de Misiones atraviesa un momento de tensión estructural. La caída de rentabilidad, la desregulación de mercados y el estancamiento de precios golpean a las principales cadenas productivas: yerba mate, té, tabaco y mandioca. Para el ministro del Agro y la Producción, Facundo López Sartori, el origen del problema es claro: “No hay un ordenamiento de la cadena productiva, y eso siempre deriva en conflictos”, sostuvo.

En el caso de la yerba mate, López Sartori apuntó directamente a la pérdida de funciones del INYM. “Durante 25 años fue la mesa donde estaban representados todos: el tarefero, el productor, el secadero y la industria. Sin esa mesa empiezan a pasar estas cosas”, explicó. La ausencia del rol arbitral del instituto derivó en precios que no cubren costos y en un sector primario que, según definió, “hoy está en rojo profundo”.

La reciente decisión presidencial de sostener la desregulación no sorprendió al ministro, pero sí lo preocupa. “Podés desregular cuando tenés un mercado perfecto. En uno imperfecto, como la yerba mate, el riesgo es altísimo: 12.500 productores frente a 5 o 6 molinos que compran el 80% de la hoja verde”, remarcó.

Aun así, señaló que la provincia continúa gestionando para que el INYM recupere plenitud institucional. “Seguimos insistiendo: el instituto no se puede perder. Fue creado por los propios productores y es la herramienta que los protege en la negociación”, dijo. Sin esa regulación, advirtió, el escenario se asemeja a la década del 90, cuando miles de familias abandonaron la actividad.

López Sartori también se refirió a la contradicción entre reclamos y resultados electorales. “Hay productores que piden regulación y precio mínimo, pero que votan discursos que proponen todo lo contrario. Es una lógica identitaria, más simbólica que económica”, analizó.

Sobre la industria yerbatera, rechazó la idea de que el problema sea generalizado. “El consumo interno sigue firme y las exportaciones crecen. La pérdida está claramente en el productor primario”, sostuvo. Y planteó un punto clave: “Hoy la yerba debería estar a 700 pesos el kilo. Se terminó pagando 300 y en algunos lugares, menos”.

El ministro también abordó el panorama del , una de las cadenas que muestra mejores indicadores. “El té creció en exportaciones y tiene un precio internacional que ayuda a ordenar el mercado. Es distinto a la yerba: es casi totalmente exportador y competimos con India, Kenia, China y Estados Unidos”, precisó. Trabajan además para bajar aranceles y para fomentar nuevos usos, especialmente en bebidas.

Respecto al tabaco, recordó que es una economía históricamente sensible. “Tuvimos un aumento del 28% el año pasado y en enero definiremos un nuevo precio. El problema hoy es que Nación todavía no giró el 20% del Fondo Especial del Tabaco”, dijo. Ese retraso afecta directamente a obras sociales, asociaciones y programas de diversificación.

El citrus también aparece en un momento bisagra. La experiencia de la cooperativa AREM, que busca normalizar deudas y retomar exportaciones, refleja una transición que aún depende de mejoras administrativas y de la recuperación de mercados estratégicos. “Tenemos primicia y potencial, pero necesitamos volver a ganar previsibilidad”, sostuvo.

En paralelo, la mandioca —un cultivo altamente identitario de Misiones— enfrenta un desafío histórico: lograr que se consuma a nivel nacional. “Tenemos 13 feculeras y buena producción gracias a las lluvias, pero el 75% de la mandioca termina en el asado. Falta incorporarla a la gastronomía del país”, indicó. Reveló que trabajan con restaurantes y cadenas para incluirla en menús y elevar el precio al productor.

La competencia internacional también incide: Brasil y Paraguay dominan el mercado de fécula. Sin embargo, López Sartori considera que hay margen para posicionarse. “Si logramos que la mandioca sea como la papa en Buenos Aires, cambiamos la historia del cultivo”, aseguró.

En su análisis final, el ministro volvió al eje de fondo: la defensa del minifundio y del productor familiar. “Misiones es la provincia con más productores registrados después de Buenos Aires. El productor misionero trabaja y trabaja mucho. Lo que necesitamos es que el Estado nacional entienda que hay economías que no funcionan sin regulación, y que protegerlas es proteger a miles de familias”, concluyó.

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