Con un precio que no cubre costos y una cadena que acumula años de pérdida, los productores de té vuelven a encender alarmas en el inicio de una nueva zafra. Hablan de valores “insostenibles”, costos que se disparan y expectativas moderadas frente al acuerdo comercial anunciado entre Argentina y Estados Unidos.
El sector tealero atraviesa otro comienzo de cosecha marcado por la preocupación. Tras varios años con valores “insatisfactorios”, los productores advierten que la situación se profundiza y que la ecuación económica actual no logra sostener a quienes viven del cultivo. “Este es un inicio de zafra complicado, como prácticamente la mayoría de los años, con un precio muy bajo del té”, resume Fabián Laban, productor de San Vicente e integrante de CoProTé.
Uno de los reclamos centrales vuelve a ser el valor que reciben por el kilo de hoja verde. Según Laban, el precio debería rondar los 145 pesos, tomando como referencia un dólar que hoy oscila entre 1.400 y 1.500 pesos. “El precio siempre se considera que tendría que estar en 10 centavos de dólar”, explicó. Sin embargo, lo que perciben está muy por debajo.
“Hoy por hoy estamos recibiendo 95 pesos el kilo”, detalló el productor. Esto representa casi la mitad de lo que estiman necesario para cubrir gastos y sostener la actividad. “Sí, es muy bajo el precio. Siempre hay muchos impuestos a nivel nacional que complican aún más el panorama”, agregó. El año pasado el valor del kilo de hoja fue de 80 pesos.
Una de las principales trabas está en el acceso al mercado de Estados Unidos, uno de los destinos del té misionero. “Las pymes argentinas para entrar hoy pagan un arancel del 10%, y eso nos complica todavía más”, explicó. En este contexto, surgió la consulta sobre el impacto potencial del acuerdo bilateral anunciado recientemente entre Argentina y EE.UU.
“Si dentro de la lista de productos a ingresar se elimina ese impuesto, sí nos va a ayudar, porque al no tener ese arancel es algo más que podemos recibir los productores”, señaló Laban. El acuerdo prevé que Estados Unidos reduzca aranceles para ciertos productos argentinos, en tanto que Argentina otorgará acceso preferencial a bienes estadounidenses y alineará normas regulatorias e intelectuales.
Pero más allá de los precios de exportación, la realidad diaria de los costos internos aprieta cada vez más. El combustible, por ejemplo, se convirtió en un factor determinante. “Misiones produce té con maquinaria. Si sube el combustible, sube todo”, afirmó. En dos semanas “según la estadística hay una inflación del 2%, pero el combustible sube dos o tres veces por mes”, cuestionó.
Laban también reveló que CoProTé pidió formalmente una actualización del precio. “El dólar se actualizó desde el 29 de agosto, cuando se fijó el valor. A dólar de exportación, el té debería estar a 106 o 107 pesos”, explicó. Sin embargo, la falta de cumplimiento de un compromiso previo con las industrias complicó el panorama: un subsidio a la energía para que no llegó a todas las empresas.
“Cuatro industrias no recibieron el subsidio porque, supuestamente, presentaron tarde las facturas. Eso frenó todo y se pasó a un cuarto intermedio”, detalló. También advirtió sobre el impacto del costo energético, que pasó de facturas de 4 millones a 15 o 18 millones para las industrias.
Se espera que en la reunión prevista para el lunes o martes se avance en la corrección del precio, siempre sujeto al valor del dólar.
Consultado sobre si un dólar más alto favorecería al sector, Laban fue cauto. “Si sube el dólar, también suben los insumos. Vas a comprar fertilizantes o glifosato y también aumenta. No sé si tiene sentido un dólar tan alto. Para mí lo que tendría que haber es una quita de impuestos y un pago más directo al productor”, reflexionó.
El deterioro ya se siente en la chacra. “En nuestra zona hay fácil 200 hectáreas de té abandonadas. Productores que dejaron de podar, o que directamente tuvieron que tirar el té abajo”, lamentó. La caída del ingreso productivo afecta no solo a las familias rurales, sino también al movimiento económico en pueblos enteros. “Antes veías mucha gente comprando. Hoy no ves a nadie”, concluyó.



